miércoles, 24 de octubre de 2012


  Descubrimiento de America
 

 


Cristóbal Colón, antes de acudir a las cortes de Italia, Portugal, Inglaterra y España para proponer su viaje a las Indias, se instala en Portugal en 1476. Su llegada es insólita: el barco en el que viaja es atacado e incendiado por el corsario Casenove y tiene que abandonarlo para salir con vida del lance, de manera que arriba a la costa de Lagos (cerda de Sagres) a nado.

Una vez en Portugal, se traslada a Lisboa, dedicándose durante años al comercio. Se casa con Felipa Moniz de Perestrello, hija de un importante personaje de la corte portuguesa, y hacia 1480 fijan su residencia en el archipiélago de Madeira.

Residiendo en Porto Santo arribó a la isla la carabela Atlante. Y la historia, en este suceso, tiene distintas versiones. La más favorable a Colón mantiene que el estado de salud con que llegó la tripulación fue tan delicado que sólo sobrevivió el piloto, Alonso Sánchez de Huelva. Éste le narró a Colón su travesía y le dijo que navegando hacia poniente desembarcaron en una isla que los nativos llamaban Quisquei, presumiblemente Haití, y que más al oeste se encontraba una gran extensión de tierra firme según le dijeron los nativos. Esta misma versión asegura que Alonso Sánchez, en su agonía, entregó a Colón las escrituras de la carabela y la relación del viaje con la posición de las islas vistas por él, falleciendo días después. La versión que menos se ha propagado defiende que, efectivamente, el protonauta se entrevistó con Colón en Madeira, pero que cuando le narró su aventura, Colón lo asesinó y robó para hacerse con la documentación y el secreto y poder beneficiarse de lo descubierto por Alonso Sánchez sin testigos con los que compartir la gloria.



Antes y después del descubrimiento de América


 Antes de la llegada de los españoles, los habitantes de América vivían de manera sencilla; tenían su propia organización y forma de conseguir el sustento. Los años que siguieron al descubrimiento sufrieron cambios notables.





 Antes, vivían en América:

1. Pueblos cultivadores
- Cultivaban el maíz, el zapallo, el poroto y la mandioca con técnicas sencillas.-
- Formaban poblados bastante grandes.
- También cazaban y pescaban.
- Creían que los elementos naturales eran dioses.
- Hacían recipientes de barro cocido, decorados con marcas de dedos y uñas u otras figuras.
- Eran sedentarios: vivían por mucho tiempo en el mismo lugar.

2. Pueblos cazadores y recolectores
- Cazaban animales para conseguir alimento.
-Recogían raíces, frutos y semillas.
- Pescaban y hacían harina de pescado.
- También creían que las fuerzas naturales eran dioses.
- Se unían en pequeños grupos.
- Eran nómadas: se trasladaban de un lugar a otro.
Después de la llegada de los españoles


Al principio, vinieron hombres solos, porque las mujeres españolas no podían viajar sin sus maridos. En poco tiempo, los españoles se casaron con las indias. A los hijos que nacían de este matrimonio se los denominaba mestizos. Cuando vinieron las españolas con sus esposos, también tuvieron hijos nacidos en América, que eran llamados criollos.

Los españoles también trajeron negros de África como esclavos. Los hijos de las uniones entre blancos y negros recibían el nombre de mulatos. Los zambos eran hijos de indios y negros.

Los pueblos tuvieron que someterse a los conquistadores, convertirse a su religión y trabajar para ellos. El nacimiento determinaba las actividades que se realizaban en la nueva organización implantada por los conquistadores.

Los negros: realizaban tareas domésticas.

Los mulatos: hacían los trabajos desagradables.

Los zambos: se ocupaban de las tareas pesadas y vivían muy despreciados.

Los criollos: aunque tuvieran fortuna, no podían ocupar cargos en el gobierno, pero podían participar en el Cabildo.

Los españoles ricos: eran los únicos que podían ocupar cargos en el gobierno. Algunos poseían títulos de nobleza.


 La alimentcion española antes y despusdel descubrimiento de America


A partir del siglo VII a. C. es cuando se puede mencionar el inicio de una cultura ibérica emergente en la zona mediterránea, periodo que acaba Cartago se efrenta a Roma en la Primera Guerra Púnica. Durante esta época los productos agropecuarios y la minería eran los que controlaban la economía y la subsistencia de los pueblos ibéricos. De los inicios de la agricultura del cereal y de las legumbres, se pueden encontrar numerosas excavaciones que lo demuestran. El empleo del hierro en la agricultura permitía labrar grandes cantidades de terreno. El cultivo más frecuente era el de trigo común y la cebada, la espelta gemela y el trigo bojal, a más distancia en su consumo están la avena, el panizo y el mijo. Tras los cereales se encontraban en las prioridades alimentarias las legumbres. El uso más habitual de estos cereales era mediante la preparación de gachas (elaboradas con agua o con leche), y sobre todo en forma de pan.


En la fase de mayor esplendor era la culinaria de esta forma, pero algunos autores como Estrabón en su «Geografía» menciona algunas de las costumbres culinarias de los primeros Íberos como austeras a base de carne de macho cabrío y masas trituradas de bellotas calentadas a las brasas, menciona además una especie de bebida fermentada de cereales muy similar a la cerveza y denominada zythos. El vino es escaso en aquella época y se reservaba para las grandes ocasiones. En la Iberia del sur se conocía el aceite de oliva que se extraía del denominado acebuche, pero la oliva plantada no se conocería hasta la llegada del Imperio romano. En el norte, las tribus celtiberas empleaban en la cocina las grasas de animales sacrificados en matanza (generalmente cerdo), denominados verracos. En el periodo de esplendor la ganadería de oveja era la más frecuente y la de cabras pasó a un segundo plano. Entre los animales más consumidos se encuentra la oveja, tras la vaca y finalmente el cerdo. La economía de amplia producción de los íberos necesitaba de métodos para conservar los alimentos y poder emplearlos en épocas de carestía. Para ello se empleaban orzas de barro, almacenes diversos para el grano (comunitarios e individuales) excavados en tierra en forma de silos. Entre los métodos de conservación el principal era la elaboración de salazones,técnica que se empleaba tanto a la carne como al pescado. Se desconoce si la elaboración de queso era por aquella época conocida y practicada.


Durante la dominacion romana

La cocina romana ejerció una poderosa influencia en la Hispania conquistada, pero de la misma forma los productos e ingredientes cultivados en la península influenciaron la cocina del Imperio. La cocina romana era ávida de probar todo aquello que provenía de lejos, de los territorios conquistados. Exuberante y abundante, mostraba su imagen más clara en los abundantes banquetes y en las saturnales. Gran parte del territorio estaba cubierto de espesos bosques y es por esta razón por la que con el objeto de hacer sedentarias algunas tribus hispanas el Imperio romano impuso nuevas formas de cultivo en la agricultura, se importaron a la península nuevos frutos y técnicas culinarias. Una de las tećnicas introducidas en la Península Ibérica fueron los injertos. Los romanos introdujeron formas intensivas de cultivar el olivo y esto lo describe con detalle el gaditano del siglo I agrónomo Columela en su obra «Los doce libros de agricultura». Entre las verduras fueron muy alabadas la coles, desconocidas para los egipcios. Era costumbre que se consumieran las más grandes y los comensales requerían que se mostrase verde después de cocinada, para ello la cocción se hacía con nitro. Proliferó el concepto de villa romana como centro de producción rural. Las lechugas eran introducidas en salmuera (u oximiel) con el objeto de ser consumidas en cualquier época del año. Las acelgas se cocinaban como las coles pero se les condimentaba con mostaza para corregir su insipidez. Las ortigas eran muy consumidas por los ejércitos romanos y había plantaciones cerca de los campamentos. Los cardos eran considerados una verdura de lujo y eran muy apreciados los que provenían de la Bética. Los nabos se conocían, pero las zanahorias se deshechaban, siendo aceptadas las chirivías. Cabe destacar la importancia que dieron los romanos al vino durante su avance a lo largo de Europa. Los romanos abren vías de comunicación con el objeto de poder activar el comercio y transporte de alimentos, una de las más importantes es la vía de la Plata. Algunos autores señalan esta vía como una de las cadenas de conexión entre el cuidado del cerdo, su matanza y elaboración de productos.